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¿Qué tipo de actividades, de relaciones docente estudiante y de evaluación se pueden dar en los ambientes virtuales de aprendizaje?


En gran medida la pregunta en relación con las actividades se ha desarrollado en el punto anterior, razón por la cual a continuación ahondaremos en las características propias de la relación docente – estudiante y el tipo de evaluación que se puede desarrollar en este tipo de ambiente de aprendizaje.

En cuanto a las relaciones entre docentes y estudiantes, estas necesariamente se modifican porque el factor característico de la educación a distancia, la limitación en el contacto físico, hace que se pase de la interacción física, a la interacción mediada por los medios virtuales. Ya que el estudiante interactúa con los contenidos mediante tecnologías de vanguardia y trabaja en equipo con compañeros de otros lugares, asume un papel más activo en preguntas y obtención de ayuda, y sobre todo, tiene mayor responsabilidad sobre su propio aprendizaje (Servicio Nacional de Aprendizaje, pág. 8).   

Desde el punto de vista del docente, en la relación con el estudiante su papel fundamental es el de diseñador y facilitador de los ambientes de aprendizaje para el estudiante; es un asesor y no sólo un expositor (Servicio Nacional de Aprendizaje, pág. 9). En gran medida es posible afirmar con Mireya Ardila Rodríguez que en la relación con el estudiante, el papel del docente se sintetiza en tres funciones: 1. Desde la perspectiva académica: el docente debe ayudar, orientar, asesorar e informar al estudiante acerca de los métodos y técnicas necesarias para el estudio, profundización, clasificación y asimilación de contenidos, suministrándole herramientas metodológicas para la adecuación del mismo, al entorno del estudiante. 2. Desde la perspectiva pedagógica: estimula y fomenta la autodirección del aprendizaje; promueve y facilita la integración de saberes. 3. Desde la práctica investigativa: contribuye a la búsqueda y recreación del conocimiento a partir de la realidad cotidiana (ARDILA Rodríguez, 2009, pág. 9).    

Sobre la evaluación educativa, debemos recordar en primer lugar que ella es una actividad esencial del proceso educativo, en ocasiones la más necesaria para completar el proceso, que tiene como propósitos básicos: “apoyar el aprendizaje, medir el desempeño del estudiante y valorar los programas educativos” (CANO Guzmán & HERNÁNDEZ Gallardo, pág. 3).

En segundo lugar, debemos decir que los Ambientes Virtuales de Aprendizaje por su misma naturaleza no pueden simplemente limitarse a lo que la psicología educativa ha llamado evaluación sumativa, en la que se califica “el nivel de cumplimiento de los objetivos de aprendizaje propuestos en el programa o curso académico, mismo que se realiza durante periodos específicos del proceso y se consideran para la evaluación final del curso” (CANO Guzmán & HERNÁNDEZ Gallardo, pág. 2); se debe propender más por la evaluación formativa que “aún cuando también tiene como fin valorar el avance en el cumplimiento de los objetivos de la instrucción, no se toman en cuenta para determinar su calificación y se realizan con el propósito de apoyar el aprendizaje” (CANO Guzmán & HERNÁNDEZ Gallardo, pág. 3).

Finalmente, más allá del hecho de nombrar los tipos exactos de evaluación en los Ambientes Virtuales de Aprendizaje, resultará más provechoso para nuestro trabajo definir cuáles son las características que los tipos de evaluación deben cumplir y de los cuales surgen infinidades de modalidades evaluativas. La evaluación se debe caracterizar por ser por una parte permanente (a lo largo de todo el proceso de enseñanza – aprendizaje), formativapersonalizada y consensuada (que promueva la creciente autonomía del estudiante); por otra parte, debe enfocarse también en evaluar la calidad de la participación del estudiante, más que la cantidad, debe evaluar actividades colaborativas y procurar una evaluación y prueba final. Por último es importante tener en cuenta que:

“La evaluación debe ser desarrolladora, procesal, integral, contextualizada, democrática, cualitativa, investigativa, sistemática, que contemple la revalorización de errores, que tenga en cuenta indicadores que garanticen su objetividad, que promueva y transite por modelos de la autoevaluación, coevaluación y la heteroevaluación, entre otras cualidades significativas, las que, sin lugar a dudas, podrán garantizar un cambio cualitativamente superior en la concepción del proceso de enseñanza/aprendizaje” (ABARCA Fernández , 2009, pág. 15).

Fuentes

  • ARDILA Rodríguez, Mireya. «Docencia en ambientes virtuales: nuevos roles y funciones.» Revista Virtual Universidad Católica del Norte, nº 28 (Septiembre-Diciembre 2009): 1-15.

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